domingo, 28 de octubre de 2012

No busco una vida perfecta, tampoco una vida sin problemas. No busco una vida en la que todo sea fácil, pero tampoco una vida llena de complicaciones.
No busco ser la persona más feliz del mundo, pero tampoco pasarme todos los días llorando en mi cuarto. No busco estar rodeada de gente las 24 horas, pero tampoco estar sola cuando realmente necesito a alguien.
A primera vista puedo parecer una persona fuerte, una persona que no se preocupa por nada. Pero los que me conocen de verdad saben que no soy así, que me derrumbo por nada, que soy más débil de lo que imagináis y que las cosas me afectan mucho más que a los demás.
¿Y qué hago yo contra eso? ¿Qué puedo hacer si cada vez que me encierro en mi cuarto rompo a llorar por cualquier cosa? 
Y es que, todavía hoy, tengo secretos inconfesables, secretos que nunca he contado ni probablemente contaré, secretos que llevaré siempre conmigo, porque, aunque muchos de vosotros no lo creáis mi vida es bastante más dura de lo que imagináis y puedo pretender y aparentar que soy fuerte, que nada me afecta, que todo va bien, pero en realidad nada es así pero todo esto es algo con lo que tengo que aprender a vivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario